Imagen: Google Imágenes. Molina Campos, Payada de Contrapunto
El término payador no tiene un origen preciso: el campesino español ha sido llamado "payo" en Castilla y "payés" en Cataluña. Pago es la aldea, paguiar, andar de pago en pago, y payador equivale a "paguiador".
El payador nació en el campo, y usó la payada como una manera de expresar lo que sentía y su realidad. Es prácticamente un poeta, que cuenta con una habilidad innata lo que observa y/o le pasa, acompañado por su guitarra e improvisando en forma de rima. Cuando la payada es a dúo se denomina contrapunto y toma la forma de un duelo cantado. El ejemplo más accesible está contenido en “La vuelta de Martín Fierro” en que este personaje se enfrenta con el hermano de “el negro” al que había dado muerte en un baile.
Varios ritmos son empleados para realizar las payadas: La sextina o sextilla apareada, cuarteta, valsesitos criollos, alejandrino, cifra, estilo, cielito, vidalita, habanera, pero la forma más usada es la décima octosilábica.
La diferencia entre una payada y una improvisación es que la improvisación se hace en forma individual. La Payada es siempre entre dos o más payadores, sobre un determinado tema o contrapunto.
En nuestro país y en Uruguay contamos con grandes payadores, como Gustavo Guichon y Uberfil Concepción de la República Oriental, Carlos Marquesini, Lázaro Moreno, el joven Nicolás Membriani, y una de las voces femeninas más conocidas es la de Marta Suint , entre otras grandes voces de la payada.
Este cantor campero, sigue siendo hoy, después de más de 200 años de historia en nuestros país, un símbolo de nuestros pagos criollos.